lunes, 24 de diciembre de 2012

Temps de Nadal





Bon Nadal


“ Molt Bon Nadal a totes aquelles persones de bono voluntad. Que la llum de Betlem d'aquesta nit santa inunde els nostres cors i les nostres famílies d'alegria, pau i fraternitat. No apaguem mai eixa llum que ens transmet el misteri més profund de les nostres vides i ens convida a una esperança sense límits. Molta pau i molta felicitat per a tots."·

Temps de Nadal



NAVIDAD:
¿Celebración o fiesta?

Manolo y Mari Carmen Arbiol Gramage

Un año más, estamos en Navidad y como todos los años por estas fiestas, la pregunta es: ¿Navidad es celebración o fiesta? ¿Celebramos el Nacimiento de Jesús, el Dios con nosotros, o es la excusa para comer, beber, gastar…en suma, dar gusto y vivir la fiesta de los sentidos?. Hay un villancico popular que dice “Navidad sin pandereta”… y claro, ¿Cómo celebrar una Navidad sin pandereta, sin luces, sin mesas rebosantes…?  y una pregunta lleva a otra pregunta ¿Qué es mas triste, Navidad sin pandereta, o Navidad sin Dios?. Desgraciadamente cada vez es mas habitual excluir a Dios de la Navidad. La letra de este mismo villancico también dice: Le esperaban Rico y vive entre los pobres; le esperaban Poderoso y un pesebre fue su hogar; le esperaban Guerrero, y la paz fue su ley; le esperaban Rey de reyes y servir fue su reinar; le esperaban Sometido, y quebró toda soberbia denunció las opresiones y predicó la libertad; le esperaban Silencioso y su palabra fue la puerta para los que gritan con su vida libertad; le esperaban, le esperaban, le esperaban… decididamente, me quedo  con esta parte del villancico. Quiero celebrar , conmemorar, el nacimiento de Jesús, pero del Jesús pobre y humilde; del Jesús solidario, compasivo y cercano, quiero celebrar el Nacimiento del Dios con nosotros.
La fiesta y la alegría, es buena; Jesús lo repite una y otra vez en los Evangelios hasta la saciedad “Estad alegres” “No temáis”; es mas, el primer Milagro, lo realiza Jesús en una fiesta, en la celebración de una Boda, en Canaa y el mayor regalo, la institución de la Eucaristía, también alrededor de una mesa, en la Cena de la Celebración de La Pascua. Las celebraciones son buenas, la fiesta y la alegría son saludables: Almuerzos, comidas, cenas y resopones, son buenos, legítimos, saludables y recomendables, pero cuando son compartidos, cuando son solidarios.
Si mi celebración se basa en guirnaldas y consumo, no vivo Navidad; si la celebro con mi familia, con los míos, pero con la puerta cerrada, no vivo Navidad; si digo con la mejor de mis sonrisas “feliz navidad”  y no saco la mano del bolsillo, no vivo Navidad; si me lamento de la falta de luces y adornos en las calles por la “crisis” , es que no miro hacia abajo, no vivo Navidad; si mis buenos deseos, propósitos e intenciones se desvanecen al guardar en el armario hasta el año siguiente abalorios y guirnaldas, no vivo Navidad.  Por el contrario viviría Navidad, si mi alegría fuese el compartir lo poco o mucho de que dispusiese; si la puerta de mi casa se abriese a todo el que llamase a ella; si mi felicitación no fuese solo de palabra; si en vez de mirar arriba, lo accesorio, lo brillante y deslumbrante, mirase, escuchase, acompañase y socorriese al vecino y al transeúnte; al emigrante y al anciano; al discapacitado, al excluido, y al solitario; si los buenos propósitos y el Espíritu de la Navidad estuviesen presentes en mi los 365 días del año, entonces, solo entonces, viviría la auténtica y verdadera Navidad.
Sería conveniente preguntarnos no solo en diciembre sino también en marzo o agosto ¿Vivo yo Navidad, la auténtica, la de los 365 días del año? ¿Hago presente en mi, en mi vida cotidiana, el Dios con nosotros? Nos ayudaría a eso, leer de vez en cuando la carta de Santiago y por supuesto, vivirla. ¿Qué como he de hacer presente a Jesús en mi vida? La respuesta es sencilla y el método fácil, pues solo tenemos que preguntarnos ante cualquier situación, ¿Cómo lo haría Jesús?.  En el trabajo, en las tareas cotidianas, ¿Como lo haría Jesús?; ante esa persona que no me cae bien, ¿Cómo lo acogería Jesús?; en la ofensa o calumnia recibida ¿Qué haría Jesús en mi lugar?; ante las necesidades ajenas, la injusticia, la violencia ¿Cómo obraría Jesús? Entre el descanso, comodidad o entretenimiento propio, o acompañar, servir o socorrer al necesitado, en suma vivir y hacer realidad viva y real la Navidad ¿Por qué optaría Jesús?
Roguemos no solo por nosotros mismos en particular, sino por todos nosotros -  unos por otros -  para que El, el  Dios con nosotros, nos conceda la gracia de Nacer todos los días en nuestros corazones.
En el Espíritu de Jesús, les deseamos a todos una Feliz y Cristiana Navidad.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Els nostres pastors


La verdadera esperanza
Ángel

 En estos días se nos habla mucho de la Esperanza, pero nos preguntamos: ¿Qué significa esperanza?. Y hemos de decir que esperanza quiere significar muchas cosas. Esperanza quiere decir espera, ilusión, optimismo; quiere decir atención, oración vigilia; quiere decir camino, esfuerzo, lucha, compromiso… es decir, se nos invita a esa espera de un mundo mejor, a esos días en que todo será distinto.
   Y esperamos un mañana mejor, porque creemos en el Dios de las promesas, en ese Dios que resucitó a Jesús. Y todo eso con esperanza, somos hombres y mujeres de esperanza, porque sabemos que Dios está con nosotros, que ha hecho alianza con el hombre, que ha hecho suya nuestra causa, que no se desentiende de nuestros problemas, que aporta su ayuda a los necesitados.
   ¡¡QUÉ GRANDE ES LA ESPERANZA!!
   Y hemos de afirmar que la esperanza es muy importante porque tiene muchas cualidades:
-La esperanza es solidaria.- Todas las virtudes necesitan de la esperanza para mantenerse vivas.
-La esperanza es compasiva.- Esta virtud es amiga de los pequeños, de los pobres, de los que sufren.
 -La esperanza es gozosa.- Alegra y colorea la vida. Todo el que espera se llena de ilusión y de entusiasmo.
 -La esperanza es vigilante.- hay que estar siempre preparado para la espera.
   Y así un montón de cualidades, pero también la esperanza puede ser atacada: cada desgracia, cada derrota o revés, es un golpe directo o indirecto a la esperanza.
   Tampoco se nos debe bloquear el desarrollo espiritual por falsas esperanzas. Son pequeñas esperanzas esperar un  premio, esperar el fin de semana, tener más cosas, el sobrevivir, el conformismo…
   Los cristianos debemos trabajar para que haya esperanza, pero no pequeña ni falsa. Nosotros debemos luchar por conseguir la verdadera esperanza.-Nosotros debemos tener siempre presente a Dios, y hablar con él; para darle gracias, para pedirle perdón y ayuda.
   Los cristianos debemos poner de nuestra parte lo poco o lo mucho que podamos para responder a la llamada de Dios. Estar como vigías, velar siempre, hacer buenas obras.
   Que el Señor nos ayude a conseguir esa esperanza, tan necesaria para vivir como buenos cristianos, para recibir al Mesías con alegría, con ilusión .-Y sobre todo hacerlo presente con nuestras actuaciones.   Os deseo unas Felices Fiestas de Navidad y Año Nuevo.